Aquí podéis encontrar los vídeos necesarios para poder estudiar el arte gótico.
Vídeo nº 1: Novedades de la Arquitectura del gótico.
Texto del video:
El objetivo del arquitecto gótico es elevar al máximo las construcciones y eliminar casi por completo el muro. Para ello incorporarán una importante serie de novedades respecto al Románico.
Vídeo nº 1: Novedades de la Arquitectura del gótico.
Texto del video:
El objetivo del arquitecto gótico es elevar al máximo las construcciones y eliminar casi por completo el muro. Para ello incorporarán una importante serie de novedades respecto al Románico.
En primer lugar el arco de medio punto es sustituido por el apuntado, que gracias a su mayor verticalidad y a soportar menores presiones en los laterales permite elevar el edificio.
Las bóvedas también sufren modificaciones. Si en el románico se emplean preferentemente la de cañón, constituida por el desarrollo del arco de medio punto, y la de arista, formada por la intersección de dos arcos, en época gótica será la bóveda de crucería la más empleada.
La bóveda se compone de varios elementos: los arcos cruceros se cruzan diagonalmente mientras que los formeros y los perpiaños constituyen el esqueleto de la bóveda; los plementos se apoyan sobre ese esqueleto y la cierran definitivamente.
La inmediata consecuencia de la multiplicación de los nervios de la bóveda será la transformación del pilar. Las columnas adosadas a él se van haciendo más delgadas, convirtiéndose al final en simples baquetones, lo que implica la desaparición del capitel.
Otra importante novedad la encontramos en el exterior de los edificios. Si en el románico los muros son gruesos, reforzados gracias a los contrafuertes y sin apenas ventanas, en el gótico la pared se convierte en un ventanal que permite el paso de la luz al interior.
El peso de la bóveda se traslada al exterior gracias a los arbotantes, grandes arcos que envían el empuje a los estribos, situados en el muro de la nave exterior, sin restar luminosidad al interior del templo. Para evitar el desplazamiento del estribo y contribuir al efecto ascendente, se le corona con un pináculo. El arbotante también sirve para conducir al exterior el agua de la lluvia, utilizando las gárgolas como bocas de desagüe.
Las portadas continúan siendo abocinadas como en época románica, si bien ahora los arcos son también apuntados, coronándose con un gablete ubicado sobre el rosetón, que gracias a sus vidrieras permite penetrar la luz coloreada en el templo.
Vídeo nº 2: Novedades arquitectónicas del arte gótico
Texto del video:
Las grandes novedades del Gótico se manifiestan en las sedes catedralicias que se construyen desde mediados del siglo XII en Francia. El resorte que mueve al arquitecto gótico es la ansiedad por la elevación y la luz, con el consiguiente horror al macizo. El muro llega a perder la función de soporte y sólo sirve de cerramiento, siendo reemplazado por las vidrieras, ya que la estructura se apoya en pilares, arbotantes y contrafuertes.
En ese afán de elevación se emplea el arco apuntado y la bóveda de crucería. Esta bóveda es una derivación de la bóveda de arista románica y está constituida por dos nervios que se cruzan diagonalmente, entre los que se coloca la plementería, los materiales que llenan el espacio entre los nervios para cerrar la bóveda. La bóveda de arista va evolucionando con el tiempo, surgiendo la sexpartita, la de terceletes y las estrelladas.
La evolución de las bóvedas lleva pareja el desarrollo de los pilares, ya que al aumentar el número de nervios se multiplican las columnas adosadas, transformándose en delgados baquetones.
El peso de la bóveda se traslada al exterior gracias a los arbotantes, grandes arcos que envían el empuje a los estribos, situados en el muro de la nave exterior, sin restar luminosidad al ventanal. Para evitar el desplazamiento del estribo y contribuir al efecto ascendente, se le corona con un pináculo. El arbotante también sirve para conducir al exterior el agua de la lluvia, utilizando las gárgolas como bocas de desagüe.
Las portadas góticas son abocinadas como las románicas, pero la forma apuntada suele coronarse con el gablete. También destaca el rosetón, que gracias a las vidrieras permite penetrar la luz coloreada en el templo.
Las novedades en la planta son escasas; desaparecen las formas curvas, por lo que ábsides, girolas y capillas se hacen poligonales. En cuanto a la sección del templo, continua siendo la nave central más alta que las laterales. La segunda planta, empleada como tribuna en el románico, se convierte en una simple galería o triforio, que corre a través del grosor de las naves.
A pesar de considerar tradicionalmente la época medieval como un momento de crisis, durante la Plena Edad Media se pone de manifiesto en Europa un importante renacimiento agrario, mercantil y urbano. Esta expansión económica se produce de manera paralela a una profunda renovación cultural, renovación que fundamenta la iniciación del estilo gótico, que ha de caracterizar el arte de la Baja Edad Media.
Estas importantes transformaciones tendrán, como es lógico, su reflejo en la Península Ibérica, estrechamente vinculada a las grandes corrientes económicas, políticas, sociales y culturales que se viven en el Continente.
En la ciudad medieval europea, el edificio que representa la vida y el espíritu urbanos es la catedral. En su construcción va a participar todo el entramado social. La catedral es la iglesia en la que el obispo tiene el asiento, la cátedra, convirtiéndose en la principal iglesia de la ciudad y su entorno. Por esta razón, buena parte de las construcciones catedralicias tienen como principales promotores a los obispos, deseosos de dejar su huella en la Historia con la edificación de un magno lugar dedicado a Dios.
El solar en el que se alzaba la catedral ya había sido un lugar de culto, al albergar generalmente un templo anterior. El obispo o el cabildo solicitaban la intervención de un arquitecto, que daba las trazas y calculaba los costes de unos trabajos que habían de durar muchos años, siglos en ocasiones. La belleza de las proporciones, la armonía y el equilibrio iban a definir la perfección de la construcción gótica.
El esqueleto arquitectónico de la catedral presenta una notable altura, que se obtiene gracias al empleo de arcos apuntados y bóvedas de crucería. Estos arcos se apoyan en pilares adosados al muro de la nave central, trasladando los empujes generados a los contrafuertes externos.
Sobre el contrafuerte se colocan los pináculos, remates puntiagudos que con su peso fijan los contrafuertes, al tiempo que acentúan el perfil ascensional de la construcción. A nivel superior, otros arbotantes hacen de tirantes y anulan la presión del viento sobre los muros de la nave central.
Tanto las bóvedas como las paredes exteriores pueden ir calándose, sin mermar la solidez de la fábrica. Los grandes ventanales que horadan los muros, cerrados por amplias y polícromas vidrieras, permiten crear un espacio lumínico que enlaza con las nuevas teorías espirituales. Según éstas, "Dios es luz, con Él no hay oscuridad alguna". De esta manera, la catedral se transforma en un microcosmos cargado de símbolos, en el que la coloreada luminosidad de su interior evoca la Jerusalén celestial del fin de los tiempos. En el exterior, los pináculos y las torres proyectan nuestra mirada hacia el cielo, configurando unos edificios que no dejan todavía de sorprendernos por sus dimensiones y altura.
La catedral es el corazón de la vida ciudadana medieval. Emerge del caserío urbano y a su esplendor y trascendencia contribuyen todos los habitantes de su entorno. El ciudadano ha contribuido a su construcción gracias a sus limosnas, al pago de los estipendios de los servicios eclesiásticos, fundando capillas o financiando altares. En los trabajos de ejecución han participado los artesanos de la ciudad, convirtiéndose la catedral en uno de los centros de la actividad laboral. Al mismo tiempo, es el eje de la vida social y espiritual: a los oficios religiosos que en ella se celebran acuden todos los ciudadanos y, gracias a sus amplias dimensiones, los vecinos de la comarca, además de los peregrinos, que dejan su óbolo.
La catedral se convierte así en un edificio de devoción colectiva y particular, creándose diferentes zonas de culto que irán siendo decorados paulatinamente. De esta manera, se configura el espacio religioso por excelencia de la ciudad medieval.
Apenas finalizadas los trabajos góticos empezaron las intervenciones en las catedrales. Numerosas capillas, costeadas por la Monarquía, la nobleza o los gremios, serán construidas en las naves o las cabeceras, sirviendo de fuente de financiación al cabildo catedralicio.
Las obras que tuvieron lugar en el siglo XVIII serán especialmente importantes, intentando adaptar las fábricas medievales a los gustos barrocos. Así, la concepción primitiva se ve claramente alterada, resultando unos conjuntos que se alejan bastante de los conceptos originales que inspiraron a los arquitectos góticos: equilibrio y armonía.
La construcción de las principales catedrales peninsulares se irá produciendo a lo largo de los siglos XIII al XVI. En un primer momento, será en las principales ciudades de las coronas de Castilla y Aragón donde se levanten las primeras fábricas catedralicias. Posiblemente sean éstas las más puristas, las que más se acercan al modelo gótico importado de Francia. Se trata de las catedrales de León, Burgos y Toledo, en la corona castellana, y Barcelona, en la aragonesa.
A medida que avanza la conquista de los territorios andalusíes, los diferentes monarcas irán patrocinando la construcción de nuevas catedrales, erigidas sobre las antiguas mezquitas. El paradigma será la catedral de Sevilla, que conserva incluso el alminar almohade, la famosa Giralda.
En los primeros años del siglo XVI se levantarán las últimas catedrales góticas, apreciándose ya en ellas importantes muestras del nuevo arte que se está implantando en Europa: el Renacimiento.
En definitiva, la catedral gótica plasma en su fábrica y en su belleza, cargada de racionalidad, los ideales de la sociedad que la construyó, una sociedad que contribuyó a la ejecución de una obra colmada de simbolismo y que se convertirá en centro espiritual de la ciudad que la vio nacer.
Vídeo nº 5.- La Catedral gótica.-
Vídeo nº 6.- Características catedrales góticas.-
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